
Parece que nos queda lejos, parece que no conocemos mucho de este estado y la realidad es que la palabra “gigante” la tienen bien acomodada, y el estado de Chihuahua es grande y grandioso. El vino me llevó a él. Esta semana que acaba de transcurrir se celebró el México Selection by Concours Mondial de Bruxelles, el concurso de evaluación de vinos mexicanos más importante a nivel nacional. Cabe señalar, que se llevó a cabo con una organización impecable por parte de Carlos Borboa director del concurso y sus gestiones con la Secretaría de Turismo del estado a cargo de Edibray Gómez Gallegos y su equipo, quienes tomaron el concurso con tanto compromiso y pasión que nos hicieron vivir un Chihuahua maravilloso por su gente, su cultura, su cocina, sus paisajes desérticos y por supuesto el motivo mas grande sus vinos, su sotol y su industria cervecera.
Como parte del jurado, pude volver a constatar el camino que lleva el vino de Chihuahua. ¿Sabías que el estado tiene ya 51 proyectos vitivinícolas? Es una cultura emergente definitivamente, pero con historia desde el siglo XVII con la llegada de los Jesuitas y después con los Franciscanos de ahí una migración sudafricana, alemana, y más reciente una migración de familias europeas que, portando el oficio vinícola, siguieron desarrollando la viticultura en un enfoque más casero, amigos y familia y pequeña comercialización. El sistema producto vid se instaura en 2012 reportando 418 hectáreas de viñedo en el estado, 43% en chihuahua capital y alrededores, 27% en delicias y 5% en Santa Isabel y Cuauhtemoc
Cuando se habla de diversidad climática en México no hay quien gane a Chihuahua. Las 5 zonas que determinan horas de sol y clima en el mundo del vino llamadas zonas Winkler, las 5 están en Chihuahua. Si hay dos factores determinantes en todas estas regiones tan diversas es la altura y la inversión térmica. Altura compensa latitud, y la marcada y drástica diferencia de temperatura entre el día y la noche en verano, que puede ser de hasta 17 grados centígrados, compensa los picos de maduración derivados de la exposición al sol con elevación y conservación de acidez en la vid. En todo el país Chihuahua tiene, más que cualquier otro estado, estas condiciones únicas tan marcadas entre dia y noche
Desde la zona I más húmeda cerca de Sinaloa hasta el noreste más cálido las uvas han encontrado hogar las 418 hectáreas registradas por Sistema producto vid y vienen 300 más.
La vid para vino comercial detona cuando se vuelve parte del sistema de la agroindustria y el negocio de los grandes empresarios del estado, poseedores de tierras que ya trabajaban para la nuez, el pistache, la mazana o el ganado para procesamiento de alimento. La viticultura como cultivo alterno puede convivir con los nogales, de hecho, lo más común en el paisaje vinícola chihuahuense es ver nogales seguidos de viñedo, compensando la enorme cantidad de agua que necesita un nogal por vid que requiere de cuidados distintos, aunque siempre con riego, que proviene de las montanas que bañan los acuíferos y se extraen a través de pozos o reservorios.
La producción de vino en el estado no es masiva. No compite con países de volumen. Todavía en experimentación las uvas que se pueden encontrar son Chardonnay como blanca prioritaria y en tintas desde Cabernet Sauvignon, Merlot, Malbec, Syrah, Petit Verdot hasta tempranillo. Los Blends acaparan las producciones como Megacero de Hacienda Encinillas, o el 5 de Pinesque de la familia Pinoncely o los vinos de Tres Rios apostando más por los monos varietales o lo más nuevo el Valle de los Encinos que exploraremos más en la próxima columna.
Mientras tanto termino recordando las actividades fuera de la agenda de cata y antojándote con la mejor música country mex-norteña, los burritos de asada obvio con tortilla de harina, los chiles chilaca, las mejores nueces del mundo y mi sorpresa revelación un restaurante que considero ya un imperdible en la ciudad, Sauco, cocina de dos. Ariel y Grecia los jóvenes chefs propietarios que se salen del estándar del gusto general del chihuahuense para recibirte con una cocina impecable, con técnicas elegantes, cocciones perfectas pastas hechas a mano, helados como jamás los has probado, un pan y una mantequilla que te confortan desde la llegada, una lista de vinos con un sello de Grecia único en la zona y un servicio perfecto dirigido por ellos que es digno de regresar mil veces.







