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El hielo cobra vida: La milenaria Pesca de Invierno en el Lago Chagan, el secreto mejor guardado de China

En las gélidas tierras del noreste de China, una tradición mongola desafía las temperaturas extremas: miles de peces son capturados bajo el hielo usando caballos y redes gigantes en un ritual espectacular.

Cuando se piensa en turismo en China durante diciembre, la mayoría imagina la Gran Muralla nevada o las luces urbanas de Shanghái. Sin embargo, en la remota provincia de Jilin, al noreste del país, ocurre uno de los espectáculos antropológicos y visuales más impresionantes del planeta, desconocido para gran parte de Occidente: la Pesca de Invierno en el Lago Chagan.

A finales de diciembre, cuando el lago se congela formando una capa de hielo de casi un metro de espesor y las temperaturas descienden hasta los -30°C, los pescadores locales mantienen viva una costumbre que data de la dinastía Liao (hace más de mil años). No se trata solo de pescar, sino de una ceremonia sagrada que rinde tributo a la naturaleza y que ha sido declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de China.

Foto: Wikipedia

El ritual del “Despertar de la Red”

Antes de que el primer pez sea sacado del agua, se lleva a cabo una ceremonia solemne conocida como el “Sacrificio al Lago y el Despertar de la Red”. Liderados por un “cabeza de pez” (el líder de los pescadores), el grupo realiza danzas chamánicas tradicionales, bebe cuencos de vino y recita oraciones al dios del lago, pidiendo seguridad sobre el hielo y una captura abundante.

Este aspecto espiritual es fundamental; los pescadores visten abrigos de piel de oveja y sombreros de piel de perro o zorro, tal como lo hacían sus ancestros, transportando a los visitantes a una época donde la supervivencia dependía de la comunión con los elementos.

Caballos contra el hielo: Ingeniería ancestral

Lo que hace verdaderamente asombrosa a esta tradición es la ausencia de maquinaria moderna. Para arrastrar las gigantescas redes bajo la superficie congelada, que pueden llegar a medir dos kilómetros de largo, se utiliza la fuerza bruta de caballos.

Los pescadores perforan cientos de agujeros en el hielo siguiendo una ruta precisa. Luego, utilizan cabestrantes de madera (tornos) impulsados por caballos que giran en círculos sobre el lago congelado para tirar de las redes. Es una coreografía de fuerza y resistencia animal y humana que resulta hipnótica para los fotógrafos y turistas que se aventuran al frío extremo para presenciarla.

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La “Muralla de Peces” y la subasta millonaria

El clímax del evento ocurre cuando la red finalmente emerge. El resultado es una escena surrealista: decenas de miles de carpas y peces saltan frenéticamente sobre el hielo, congelándose casi instantáneamente debido a la temperatura ambiente, creando lo que los locales llaman una “muralla de peces de jade”. En una sola redada, se han llegado a capturar más de 100.000 kilos de pescado.

La tradición dicta que el primer pez capturado, el más grande, es símbolo de buena suerte y prosperidad para el año venidero. Este pez se subasta allí mismo, alcanzando precios exorbitantes que a menudo superan los cientos de miles de dólares, pagados por empresas que buscan fortuna.

Gastronomía en el punto de congelación

Para el turista, la experiencia culmina con el banquete. Los restaurantes alrededor del Lago Chagan se llenan de visitantes ansiosos por probar el famoso “guiso de pescado en olla de hierro”, cocinado con leña. Comer este plato caliente, mientras afuera el viento polar azota la estepa helada, es el cierre perfecto para una de las aventuras invernales más auténticas y salvajes que Asia tiene para ofrecer.

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