EU ataca submarino que “transportaba drogas” en el Caribe, según Donald Trump
El presidente estadounidense confirmó que fuerzas militares golpearon un “submarino cargado de drogas” y señaló que no se trataba de un grupo inocente.

El incidente ocurrió en aguas del Caribe, cerca de Venezuela, y según fuentes militares estadounidenses, se trata de un buque semisumergible —o submarino parcial— utilizado por redes de narcotráfico. Dos personas habrían sobrevivido al ataque y se encuentran actualmente en custodia de la Marina de los Estados Unidos.
Durante una conferencia de prensa conjunta con el presidente ucraniano, Trump afirmó: ““Atacamos un submarino, un submarino narcotraficante construido específicamente para transportar grandes cantidades de droga. No se trataba de un grupo de personas inocentes.”
Algunas fuentes señalan que este operativo forma parte de una escalada militar mayor decretada por la administración de Trump, que considera las actividades de narcotráfico como una forma de “conflicto armado” entre Estados Unidos y organizaciones criminales vinculadas al tráfico de drogas. AP News+1 El ataque se suma a varios anteriores en la región del Caribe, todos dirigidos a embarcaciones sospechosas de transportar estupefacientes, y que han generado al menos 28 muertos según medios estadounidenses.
La reacción internacional no se ha hecho esperar. El gobierno de Nicolás Maduro denunció el ataque como una acción agresiva e ilegítima contra su soberanía, mientras analistas y organizaciones de derechos humanos advierten que la operación podría constituir una violación del derecho internacional humanitario, dada la escasa transparencia sobre el objetivo, la identidad de los abatidos o capturados y la legalidad del uso de fuerza militar en misiones de narcotráfico.
Por su parte, el secretario de Estado Marco Rubio respondió escuetamente sobre el operativo: dijo que “probablemente se dará más información en el transcurso del día”, pero fue claro al describir los involucrados como “terroristas” y no simples narcotraficantes.
El episodio plantea varias incógnitas clave: ¿En qué condiciones jurídicas quedan los sobrevivientes que fueron capturados? ¿Cómo se validó que el buque era un “submarino cargado de drogas”? ¿Qué marco legal justifica el uso de ataque militar en aguas internacionales para una operación anti-drogas? Observadores apuntan que la falta de evidencias públicas y la naturaleza letal de los ataques complican la rendición de cuentas y ponen en tensión las alianzas regionales.
Con esta operación, la administración Trump refuerza su discurso de lucha sin cuartel contra el narcotráfico, pero al mismo tiempo enfrenta críticas por la forma en que esa guerra se lleva a cabo. En este contexto, los próximos días serán clave para conocer detalles operativos, legales y diplomáticos que pueden influir en el escenario geopolítico del Caribe y América Latina.