La Zona Arqueológica de Kankí, ubicada en el municipio de Tenabo, Campeche, es uno de los secretos mejor guardados de la civilización maya. A diferencia de otros sitios más conocidos del estado, como Edzná o Calakmul, Kankí permanece fuera del radar turístico, lo que permite una experiencia más íntima y auténtica con el pasado prehispánico. El sitio destaca por sus estructuras de estilo Puuc, caracterizadas por sus frisos decorados, columnas y detalles en piedra cuidadosamente tallada.
Rodeado por selva baja y una tranquilidad imponente, Kankí ofrece al visitante una conexión directa con la historia maya sin las multitudes. Entre sus principales edificaciones se encuentran plataformas ceremoniales, templos y un sacbé (camino blanco) que comunica distintos puntos del asentamiento. Estas construcciones revelan la importancia ceremonial y astronómica del lugar, que floreció entre los años 600 y 1000 d.C.
Uno de los aspectos más interesantes de Kankí es su estado de conservación y el trabajo discreto pero constante de restauración arqueológica que se realiza en la zona. A pesar de su bajo perfil, investigadores han encontrado evidencia de complejas prácticas urbanas y religiosas que demuestran el papel estratégico de Kankí dentro de la red de ciudades mayas de la región centro-norte de Campeche. Su arquitectura comparte elementos con otros sitios Puuc, lo que sugiere una fuerte influencia cultural entre las ciudades.
También te pudiera interesar:
Visitar Kanki no solo es un viaje al pasado maya, sino también una oportunidad para conocer más del municipio de Tenabo, una localidad campechana con identidad propia y una historia profundamente ligada a sus raíces indígenas. La cercanía con otros puntos de interés y su accesibilidad por carretera hacen de este sitio una parada obligatoria para quienes buscan explorar el lado menos turístico pero igual de valioso del patrimonio maya.
Conocer la Zona Arqueológica de Kankí es apostar por el turismo cultural responsable y por la revalorización de espacios históricos que aún tienen mucho por revelar. Esta joya escondida de Campeche merece ser descubierta, recorrida y preservada como testimonio de la grandeza maya que aún vive en cada piedra.



