El Dzotobichay: El tamal verde que guarda el sabor de Campeche
El Dzotobichay se prepara con masa de maíz mezclada con hojas de chaya cocidas y finamente picadas.

Entre los tesoros menos conocidos de la cocina campechana, el Dzotobichay destaca como un platillo lleno de historia, sabor y tradición. Elaborado con hoja de chaya y envuelto como un tamal, este alimento es una muestra clara de cómo la herencia maya sigue presente en la mesa del sureste mexicano.
Su nombre proviene del maya (dzot = embarrar y bichay = chaya), y es una receta que ha sobrevivido gracias a la transmisión oral de generación en generación. Aunque puede parecer simple a primera vista, su preparación revela un conocimiento profundo de los ingredientes locales y del equilibrio de sabores que define a la gastronomía campechana.
Una receta ancestral que respeta la tierra
El Dzotobichay se prepara con masa de maíz mezclada con hojas de chaya cocidas y finamente picadas. En su interior, se coloca un relleno que tradicionalmente contiene pepita molida y huevo cocido, aunque algunas versiones agregan queso o pequeños trozos de carne. El conjunto se envuelve en hoja de plátano y se cuece al vapor, como un tamal típico, pero con una personalidad única.
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La chaya, planta originaria de la región, es uno de los ingredientes estrella. Rica en hierro, calcio y vitaminas, no solo aporta un color verde intenso a la masa, sino también un sabor ligeramente terroso que complementa a la perfección los otros elementos del platillo.
Más que comida, una expresión cultural
Comer Dzotobichay en Campeche no es simplemente alimentarse: es participar en una práctica culinaria que une lo rural con lo ritual. Este platillo es común en fiestas patronales, celebraciones familiares y días de mercado, y suele servirse acompañado de una salsa de tomate con chile habanero para darle un toque de picor y acidez que eleva su sabor.
Es también una forma de resistencia cultural. A pesar del avance de la comida rápida y las fusiones globales, las cocineras tradicionales campechanas siguen preparando el Dzotobichay con orgullo, preservando no solo la receta, sino la memoria viva de su comunidad.
Aunque no tiene la fama nacional de otros exponentes del sureste, el Dzotobichay es una joya gastronómica que habla del vínculo entre el maíz, la tierra y la identidad. Su valor va más allá del gusto: representa una forma de vida conectada con lo natural, lo local y lo auténtico.
En un momento donde la cocina mexicana busca volver a sus raíces, el Dzotobichay se presenta como un símbolo de la riqueza que aún queda por descubrir en Campeche.