Campechanos dan emotiva serenata a la Guadalupana, a pesar del frente frío

Como cada 12 de diciembre, miles de católicos campechanos se unieron en una muestra de fe y devoción para celebrar a la Virgen de Guadalupe, la morenita del Tepeyac. Desde la mañana del miércoles, los fieles comenzaron a llegar al santuario Guadalupano de la capital, participando en un desfile de vehículos que incluía carros, motos, taxis y camiones de empresas y transporte público, creando una intensa movilización que congestionó el tránsito en la avenida Miguel Alemán.
Aunque el pronóstico del clima anunciaba lluvias debido al Frente Frío 14, la fe de los campechanos no se vio afectada. Peregrinos provenientes de diversos puntos del estado, así como de Yucatán y Quintana Roo, llegaron al santuario con la esperanza de agradecer a la Virgen y pedir su bendición a la medianoche.
A medida que se acercaba la hora de las mañanitas, las calles y alrededores del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe se llenaron de familias que ofrecían alimentos como tortas, arroz con leche, café y chocolate caliente a los peregrinos. En el interior del santuario, la afluencia de personas hacía imposible caminar entre los bancos, y la emoción crecía entre los asistentes.
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A pesar de los chubascos y el frío intenso, la lluvia de promesas, peticiones y agradecimientos fue mucho más fuerte que el clima. En un acto de unión, el obispo de Campeche, José Francisco González González, encabezó a las 11:00 p.m. una emotiva misa en honor a la Virgen de Guadalupe. Durante su homilía, invitó a los fieles a mantener viva la llama de esperanza que la Virgen implantó en el pueblo mexicano durante su aparición en el cerro del Tepeyac.
Finalmente, cuando la medianoche llegó, los cánticos de las mañanitas resonaron en el santuario, provocando lágrimas y aplausos entre los presentes, quienes no pudieron evitar la emoción al rendir homenaje a la Virgen de Guadalupe. La serenata a la morenita fue un acto de fe profundamente emotivo, reflejando el fervor y amor de los campechanos hacia su patrona.