“Ver la imagen de la morenita en la Basílica, un sueño hecho realidad”: Peregrinos de Campeche

Jorge Mauricio Kantún, un joven de 18 años originario de Nunkiní, ha cumplido una hazaña que, para muchos, podría parecer inalcanzable: recorrer más de 800 kilómetros en bicicleta para rendir homenaje a la Virgen de Guadalupe. Acompañado de tres paisanos, Jorge emprendió esta ardua travesía el pasado 8 de noviembre, con la firme intención de llegar a la Basílica de Guadalupe, en la Ciudad de México, como parte de una manda religiosa.
Este grupo de peregrinos, que comenzó su viaje desde su comunidad en el municipio de Hopelchén, ha recorrido un largo trayecto lleno de sacrificios y desafíos. El pasado 10 de diciembre, hicieron una parada en el Parque de Guadalupe, en la ciudad de Campeche, para descansar y tomar fuerzas antes de continuar su camino hacia su tierra natal. “Es un recorrido impresionante, aunque muy exigente. Lo he disfrutado mucho y, aunque ha sido difícil, definitivamente volvería a hacerlo mil veces”, comentó Jorge Mauricio, visiblemente satisfecho y orgulloso al llegar a este punto intermedio de su travesía.

El grupo tiene como objetivo llegar a Nunkiní el 12 de diciembre, día en el que se celebrará la festividad de la Virgen de Guadalupe. Durante su viaje, han recorrido caminos rurales y carreteras secundarias, lo que ha convertido el trayecto en una experiencia desafiante pero profundamente espiritual.
“Ver a la Virgen de Guadalupe en la Basílica fue un sueño cumplido”, comentó Jorge Mauricio, quien recordó con emoción el momento de su llegada a la calzada que conduce al santuario. “Es el sueño de todo peregrino guadalupano y valió la pena todo el esfuerzo”, dijo, con una sonrisa de satisfacción en su rostro.
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A pesar de la alegría que sintió al llegar a su destino, Jorge Mauricio también compartió un consejo para aquellos que consideren emprender el mismo recorrido en bicicleta. “Es un viaje que requiere mucho esfuerzo físico y mental. Además, quiero advertirles sobre el riesgo de asaltos y accidentes. No lo recomiendo a todos, ya que es un camino complicado”, aseguró el joven.
Este peregrinaje, que ha sido un acto de fe y perseverancia, también refleja el profundo fervor religioso de los nunkinienses. Año tras año, muchos de ellos realizan este recorrido como parte de sus promesas y tradiciones a la Virgen de Guadalupe. Para Jorge Mauricio y sus compañeros, este viaje es mucho más que un acto religioso; es una oportunidad para fortalecer los lazos de comunidad y la fe que los une, haciendo de esta peregrinación una experiencia única e invaluable.