“Cumpliendo promesas”: Guadalupanos llegan a Campeche en su camino hacia Chemax, Yucatán
La fe y la devoción continúan su camino en Campeche, donde tres grupos de peregrinos llegaron al parque del barrio de Guadalupe como parte de su travesía rumbo a Chemax, Yucatán, en un recorrido de promesa que ya lleva más de 40 días. Estos jóvenes, que viajan a pie y en bicicleta, atraviesan el país con el objetivo de rendir homenaje a la Virgen de Guadalupe en la Basílica de México, en un recorrido que incluye tanto la ida como el regreso a sus hogares en Yucatán.
El grupo más destacado, los “Mensajeros de María”, ha sido acompañado por dos grupos más, entre ellos Luis Fernando, quienes comparten un mismo propósito y una fe inquebrantable. El viaje, que comenzó hace más de 40 días, ha sido largo y desafiante, pero lleno de amor y esperanza. “La fe mueve montañas”, comentan los peregrinos mientras siguen su camino con el corazón lleno de devoción hacia la Morenita del Tepeyac.
Durante su paso por Campeche, los peregrinos han recibido apoyo tanto de la comunidad local como de personas solidarias en el camino. Se han beneficiado de donativos, hospedaje y alimentos, además de la generosidad de ciudadanos que los han asistido en las carreteras con agua y comida. Esta travesía, aunque llena de cansancio, ha permitido a los peregrinos formar una red de apoyo y amistad a través de los estados que recorren.
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Entre los retos que enfrentan los guadalupanos se encuentran las difíciles condiciones del clima y la falta de provisiones, pero su fe sigue firme. A pesar de cargar imágenes que pesan entre 20 y 60 kilos, los peregrinos continúan avanzando con la esperanza de llegar a la Basílica de Guadalupe, donde se reencontrarán con su fe y recibirán el calor humano de la comunidad.
Los guadalupanos no solo resaltan la fe que los mueve, sino también la generosidad de la comunidad que los apoya en su largo camino. “Este viaje ha sido un verdadero ejemplo de solidaridad y amor a la Virgen de Guadalupe. Cada paso nos ha dejado enseñanzas, y el apoyo de todos los que nos han ayudado ha sido fundamental”, aseguran.
Esta tradición, que los peregrinos han seguido durante varios años, ha fortalecido sus vínculos con los demás, creando un espíritu comunitario que trasciende las fronteras de los estados. A medida que se acercan al final de su travesía, agradecen a la Virgen por haberles permitido avanzar sin contratiempos, haciendo un llamado a la comunidad para que continúe apoyando a los peregrinos en su esfuerzo devocional.