Recientemente un hecho en California se ha hecho viral, luego de que tomara la decisión de prohibir la venta de Flamin’ Hot y otros alimentos que contengan aditivos artificiales en todas sus escuelas públicas, charter y especiales.
Esta nueva regulación busca combatir los efectos negativos de ciertos colorantes y aditivos en la salud, ya que de acuerdo con estudios afecta el comportamiento de los estudiantes.
¿Son malos los Flamin Hot?
La decisión se basa en estudios recientes del Instituto Nacional de Salud, que han revelado que el colorante rojo 40, junto con otros aditivos como el amarillo 5, amarillo 6 y el dióxido de titanio, están asociados con problemas de atención y alteraciones en el comportamiento de los jóvenes.
Además, estos aditivos han sido vinculados con riesgos de salud más graves, incluyendo la posible presencia de carcinógenos como el benzideno y la capacidad de ciertos colorantes para causar reacciones de hipersensibilidad y mutaciones celulares cancerígenas.
¿Ya es ley en Estados Unidos?
El proyecto de ley, también busca extender estas restricciones a otros colorantes artificiales como el azul 1, azul 2 y verde 3. La medida responde a un creciente enfoque en mejorar los estándares nutricionales en las escuelas de California, un estado que ha estado a la vanguardia en la lucha contra la obesidad infantil y problemas relacionados con la dieta.
El cambio en las políticas escolares refleja una creciente preocupación por el bienestar de los estudiantes y el impacto de los aditivos en su salud general. La prohibición se alinea con un movimiento nacional hacia la mejora de los alimentos ofrecidos en el entorno escolar y la promoción de opciones más saludables para los jóvenes.
¿Quién inventó los Flamin’ Hot?
Los icónicos Flamin’ Hot Cheetos fueron creados por Richard Montañez, un exempleado de Frito-Lay. Montañez desarrolló la idea de estos snacks picantes a mediados de los años 90, inspirado en los sabores y especias de su herencia mexicana.
Su creación se convirtió en un éxito rotundo y ayudó a transformar la marca Cheetos, convirtiendo a Montañez en un influyente empresario y figura pública.