Turismo con rostro humano en Quintana Roo
Por Jorge Sanén, Diputado de la Transformación - La fuerza de la transformación

Hablar de turismo en Quintana Roo hoy ya no puede limitarse a cifras récord o a estadísticas de ocupación hotelera. Para quienes formamos parte de la Cuarta Transformación, el turismo tiene sentido únicamente si se traduce en bienestar, justicia social y mejores condiciones de vida para quienes sostienen día a día esta industria: las y los trabajadores.
Durante años, el modelo turístico se construyó desde una lógica desigual, donde la riqueza generada no siempre llegaba a las comunidades ni a las familias que hacen posible que Quintana Roo sea uno de los destinos más importantes del mundo. Hoy, ese modelo está cambiando. Y está cambiando porque hay una visión distinta de gobierno, una visión que pone al ser humano en el centro.
Desde el Gobierno de México, con el liderazgo de la Presidenta Claudia Sheinbaum, y desde Quintana Roo, con la conducción de la Gobernadora Mara Lezama, el turismo se concibe como una herramienta de prosperidad compartida. Un turismo que genera empleo, sí, pero también derechos; que atrae visitantes, pero que protege el territorio; que impulsa inversión, pero sin dar la espalda a las comunidades.
En Quintana Roo lo estamos viendo con hechos. El impulso a la infraestructura estratégica, el fortalecimiento de la conectividad, la defensa del acceso público a las playas y el ordenamiento territorial son decisiones que reflejan un nuevo modelo turístico, más justo y más equilibrado. Un modelo que entiende que el éxito turístico no puede estar desligado del bienestar social.
Como legislador, tengo claro que el turismo es uno de los motores económicos más importantes del estado, pero también una gran responsabilidad. Desde el Congreso, acompañamos este proceso con leyes y políticas públicas que fortalezcan los derechos laborales, impulsen el desarrollo regional y aseguren que el crecimiento turístico no se dé a costa del medio ambiente ni de la dignidad de las personas.
Quintana Roo está demostrando que es posible ser un destino turístico de clase mundial y, al mismo tiempo, avanzar hacia un modelo más humano, más incluyente y más justo. Esa es la transformación que defendemos: un turismo que no excluye, que no concentra beneficios, que no privatiza lo que es del pueblo.
La Cuarta Transformación también se construye desde el turismo. Y en Quintana Roo, ese turismo ya tiene rumbo, tiene visión y, sobre todo, tiene sentido social.







