EE. UU. incauta un buque petrolero frente a la costa de Venezuela en una operación marítima
El presidente Donald Trump confirmó la toma de control de un gran tanque petrolero sancionado cerca de aguas venezolanas, lo que eleva significativamente las tensiones entre Washington y Caracas.
Detalles de la operación y actuación estadounidense
El operativo fue liderado por la Guardia Costera de EE. UU. con apoyo de la Marina y otras agencias federales, según detallan fuentes oficiales y reportes periodísticos. Personal especializado abordó el petrolero desde helicópteros, descendiendo directamente sobre la cubierta antes de tomar el control de la embarcación en pleno mar Caribbeano.
El buque en cuestión fue identificado como el tanker Skipper, sancionado desde 2022 por Estados Unidos por su presunta participación en redes de transporte de petróleo vinculadas a actividades ilícitas, incluso con supuestos nexos con Irán. El Skipper había partido de un puerto venezolano a principios de diciembre con cerca de 1.8 millones de barriles de crudo pesado, parte del cual estaba asignado a un importador estatal de Cuba.
El presidente Trump destacó que el barco era “muy grande, el más grande jamás incautado”, pero no ofreció más detalles sobre la justificación operativa o los futuros pasos sobre el crudo que transportaba.
Reacciones y alegatos de Venezuela
El gobierno de Nicolás Maduro calificó el hecho como un “acto de piratería internacional” y “robo descarado” de recursos venezolanos. Caracas asegura que la acción viola el derecho internacional y expresó su rechazo absoluto, comprometiéndose a denunciar el incidente ante organismos internacionales mientras defiende su soberanía y recursos naturales.
Críticos de la medida también destacan que la escalada militar y de presión política se da en un contexto de tensiones prolongadas entre Washington y Caracas, que incluyen sanciones económicas y acusaciones mutuas.
Contexto geopolítico y económico
La incautación ocurre en medio de una presencia militar estadounidense reforzada en el Caribe, con el portaaviones USS Gerald R. Ford y otras unidades operando en la región. La operación contra el Skipper se inscribe en una campaña más amplia de presión política, sanciones y acciones marítimas que han elevado las fricciones diplomáticas con Venezuela.
En los mercados petroleros, la noticia del decomiso generó un leve aumento en los futuros del petróleo, reflejando la preocupación por potenciales interrupciones del suministro o mayor inestabilidad en la región.
Implicaciones y próximos pasos
Todavía no se ha informado oficialmente qué ocurrirá con los tripulantes del buque ni con el destino final del crudo incautado. La Casa Blanca ha sugerido que el petróleo podría permanecer bajo control estadounidense, aunque los detalles jurídicos y logísticos aún no han sido aclarados.
La acción podría tener consecuencias de largo alcance en las relaciones bilaterales, incluir posibles respuestas legales o diplomáticas de Venezuela y modificar la percepción internacional sobre la dinámica de sanciones y uso de fuerza en el mar.
