Solidaridad campechana alimenta a peregrinos guadalupanos en su paso por el Santuario
Voluntarios mantienen una tradición de 15 años ofreciendo comida gratuita a quienes acuden a las celebraciones de la Virgen de Guadalupe.
La labor encabezada por Yolanda Santamaría Durán y respaldada por la comunidad ha permitido servir más de mil comidas en los primeros días de diciembre, reforzando el espíritu de fe y apoyo social en Campeche.
Un gesto de fe que trasciende las caminatas
Durante las celebraciones guadalupanas, la devoción no solo se manifiesta en peregrinaciones y rezos, sino también en actos de profunda generosidad. Desde hace 15 años, vecinos del barrio del Santuario de Guadalupe se organizan para alimentar a los miles de devotos que llegan a la zona.
Yolanda Santamaría Durán, quien ha encabezado este esfuerzo comunitario, explicó que este año han superado las 100 raciones diarias, alcanzando hasta ahora alrededor de mil 100 comidas entregadas a peregrinos de todas las edades.
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Comida variada y apoyo sin condiciones
La voluntaria destacó que, desde el 1 de diciembre, el equipo permanece activo todos los días. “Aquí no se le niega nada a nadie”, afirmó. Las comidas incluyen espagueti, sándwiches, café, tamales, picadillo, arroz, frijoles y huevos con salchicha o jamón, garantizando una alimentación completa para quienes recorren largas distancias.
Aunque en 2023 atendieron a 8,500 personas, esta temporada ha iniciado con cifras menores. Sin embargo, los voluntarios anticipan un incremento conforme se acerque el 12 de diciembre. “La fe sigue viva; apenas comienza el movimiento”, comentó Santamaría Durán.
Una red solidaria que crece cada año
El éxito de esta acción caritativa se sostiene gracias a la participación ciudadana. Si bien los voluntarios aportan recursos, gran parte de los insumos provienen de donaciones espontáneas de la comunidad.
Doña Yolanda señaló que la jornada inicia desde las 7 de la mañana y se extiende hasta la 1 de la madrugada, tiempo durante el cual se atiende a adultos, jóvenes y niños. Además, destacó el papel fundamental del voluntariado: muchas personas se suman a preparar alimentos, envolver tortas y apoyar en la distribución.
Este esfuerzo no solo brinda sustento físico, sino que fortalece la unión y gratitud entre la población, reafirmando la tradición guadalupana como un acto de fe, servicio y amor al prójimo.



