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DANA invernal amenaza a México: qué es y por qué provocará un frío extremo y lluvias

Expertos de la UNAM y el SMN advierten que este fenómeno, al interactuar con frentes fríos, potencia tormentas invernales y caídas drásticas de temperatura en el país.

En los últimos días, el término meteorológico DANA ha comenzado a resonar con fuerza en los pronósticos del clima para México. Aunque es un fenómeno que puede ocurrir en cualquier época del año, su presencia durante la temporada invernal enciende las alertas de las autoridades y especialistas, ya que tiene la capacidad de transformar un día frío habitual en un episodio de inestabilidad atmosférica severa, caracterizado por descensos abruptos en el termómetro y precipitaciones intensas.

Pero, ¿qué es exactamente y por qué su llegada a territorio nacional genera preocupación? Una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) es un sistema que se origina cuando una gran porción de aire frío se desprende de la corriente en chorro principal y queda “aislada” o flotando en las capas altas de la atmósfera. Según explican los especialistas del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la UNAM, estas “bolsas de aire frío” adquieren una dinámica propia, moviéndose de manera independiente y errática, lo que las hace sistemas complejos de monitorear.

Foto Cortesía

El peligro de la interacción con frentes fríos

Si bien una DANA por sí sola genera inestabilidad, el verdadero riesgo en esta época del año radica en su capacidad de interacción. Durante el invierno mexicano, estas depresiones no viajan solas; a menudo chocan o se combinan con otros fenómenos como frentes fríos activos, masas de aire polar y las corrientes en chorro subtropical y polar.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha documentado que, cuando este sistema de baja presión en altura coincide con un frente frío en superficie, se crea un “cóctel” meteorológico explosivo. Esta fusión potencia las condiciones para el desarrollo de tormentas invernales severas, acelerando los vientos y aumentando la carga de humedad en regiones que, bajo condiciones normales, serían secas durante el invierno, como el norte y el altiplano mexicano.

¿Cuáles son los efectos inmediatos en la población?

La llegada de una DANA invernal se traduce en cambios tangibles y, a menudo, peligrosos para la vida cotidiana. La combinación de factores atmosféricos favorece la aparición de cinco efectos principales que la población debe vigilar:

  1. Descensos rápidos de temperatura: No es un enfriamiento gradual; el termómetro puede desplomarse en cuestión de horas.
  2. Lluvias fuertes o puntuales: Precipitaciones intensas que pueden generar encharcamientos.
  3. Aguanieve y nieve: Especialmente en zonas serranas, montañas y volcanes del centro y norte del país.
  4. Vientos intensos: Rachas que pueden derribar árboles o estructuras endebles.
  5. Niebla y nubosidad densa: Reducción significativa de la visibilidad en carreteras.

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Un sistema difícil de predecir

Uno de los mayores retos que enfrentan los meteorólogos con las DANAs es su imprevisibilidad. A diferencia de un frente frío clásico que avanza en una línea predecible, una DANA puede estacionarse sobre una región o moverse de forma errática debido a su naturaleza aislada.

Los expertos de la UNAM y el SMN subrayan que, aunque no siempre derivan en desastres, su comportamiento requiere una vigilancia en tiempo real de la presión atmosférica y las temperaturas en niveles altos. Por ello, se exhorta a la ciudadanía a no ignorar las alertas meteorológicas, especialmente cuando se anuncia la interacción de estos sistemas, ya que el clima puede pasar de estable a tormentoso con una rapidez sorprendente.

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