Reforma de 40 horas se aplaza: Discusión pasa a 2026
La reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales volvió a quedar en pausa.

La reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales volvió a quedar en pausa. Aunque el Gobierno federal prevé presentar la iniciativa antes de que concluya 2025, su discusión formal y una eventual aprobación se recorrerán hasta el periodo legislativo de 2026. Así lo confirmó Claudia Sheinbaum, quien reconoció que aún no existe un consenso claro entre el sector empresarial y las representaciones de trabajadores. Señaló que la propuesta no se ha entregado porque continúan buscando acuerdos con empleadores y organizaciones productivas.
Sheinbaum insistió en que su administración no pretende polarizar, sino impulsar reformas laborales construidas por consenso, como —afirmó— ocurrió con los incrementos salariales y otros cambios aplicados en años recientes. Su expectativa es hacer público el acuerdo este mismo año, aunque la aprobación quedaría para el siguiente periodo legislativo.
La postura contrasta con lo dicho por el coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, quien aseguró que la reforma podría llegar antes del 15 de diciembre. Sin embargo, los tiempos parlamentarios y la necesidad de negociación han frenado su avance.
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La Secretaría del Trabajo es la encargada de convertir el consenso en una propuesta final. Para ello mantiene mesas de diálogo con empresas, cámaras y sindicatos, con la meta de construir un documento con respaldo amplio. El sector privado ha reiterado su preocupación: advierte que reducir la jornada implicaría un aumento de hasta 15% en los costos laborales, especialmente para micro y pequeñas empresas.

La reforma requeriría cambios constitucionales al Artículo 123 y ajustes a la Ley Federal del Trabajo. Entre los puntos considerados están una jornada máxima de 40 horas por semana, el reconocimiento completo del pago de horas extra y una implementación gradual que podría extenderse hasta 2030.
El debate refleja visiones encontradas. Para trabajadores y colectivos, la reducción de jornada es una deuda histórica: México se mantiene entre los países con más horas trabajadas y menos descanso efectivo. En contraste, las cámaras empresariales advierten riesgos económicos como incremento de costos, pérdida de competitividad, necesidad de contratar más personal y eventuales cierres. A eso se suma el ajuste previsto del 12% al salario mínimo para el próximo año, que lo ubicaría en 312 pesos.







