Tres pueblos mágicos de Campeche que enamoran a cualquier viajero

Los pueblos mágicos de Campeche resguardan algunos de los paisajes más singulares del sureste y se han convertido en destinos obligados para quienes buscan naturaleza, cultura y tranquilidad en un mismo viaje. Su encanto radica no solo en la belleza de sus escenarios, sino en la identidad local que se respira en cada recorrido.

Isla Aguada destaca como una joya costera gracias a su cercanía con la Laguna de Términos, una de las áreas protegidas más relevantes del país. Sus aguas tranquilas son un santuario natural donde el avistamiento de delfines es parte de la experiencia cotidiana, convirtiéndola en un punto ideal para conectar con la fauna marina y disfrutar de un ambiente sereno.

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Candelaria ofrece una aventura distinta, marcada por ríos, cascadas y manantiales. El recorrido por el río Candelaria permite contemplar su entorno selvático, mientras que las caídas de agua Salto Grande, Salto Toro y Salto Muerto regalan vistas imponentes. Sus manantiales de agua turquesa, especialmente los de Pedro Baranda, suman un atractivo perfecto para viajeros que buscan contacto directo con la naturaleza.

Palizada, por su parte, conserva un carácter pintoresco que lo distingue de cualquier otro pueblo ribereño. Sus casas de teja francesa colorida, asentadas a la orilla del río que lleva su nombre, conforman un paisaje que parece detenido en el tiempo. Es un destino ideal para paseos tranquilos, gastronomía tradicional y fotografía.

En conjunto, estos pueblos mágicos muestran la diversidad de Campeche: mar, ríos, selva, historia y una vida comunitaria que sigue preservando su esencia. Son destinos que no solo se visitan, sino que se sienten.