Países Bajos adopta la semana laboral de cuatro días
La cultura laboral neerlandesa prioriza el bienestar y demuestra que trabajar menos puede aumentar la productividad

Sin necesidad de una ley que limite las horas de trabajo, Países Bajos se ha consolidado como referente europeo al normalizar semanas laborales de apenas cuatro días. Su productividad por hora supera a la de varias economías grandes, mientras que México y Latinoamérica continúan encabezando las jornadas más extensas del mundo.
Cuando se habla de países europeos con alta productividad, suelen mencionarse casos como Alemania o Irlanda. Sin embargo, de forma gradual y casi sin proponérselo, Países Bajos ha emergido como uno de los modelos más sólidos en la reducción de la jornada laboral. Hoy, la mayoría de los trabajadores neerlandeses opera bajo una dinámica cercana a la semana de cuatro días, una transformación que se ha dado de manera natural y que ha resultado positiva tanto para el bienestar personal como para la economía nacional.
Un modelo cimentado en la conciliación
Este cambio no surgió de una reforma oficial, sino de una cultura laboral que prioriza el equilibrio entre vida personal y trabajo. Datos de la 4 Day Week Foundation indican que numerosos empleados optan voluntariamente por reducir sus horas sin sacrificar estabilidad, mientras que cifras de Eurostat muestran que en 2023 Países Bajos registró 32.2 horas semanales, la cifra más baja de la Unión Europea. En comparación, Francia promedió 36 horas, Alemania 34 e Italia 36.1.
La semana corta se ha normalizado al punto de que quienes trabajan cinco días son la excepción. “La semana de cuatro días se ha vuelto muy, muy común. Yo trabajo cinco días, ¡y a veces me critican por ello!”, señaló Bert Colijn, economista de ING, en entrevista con Financial Times.
Pese a la reducción de horas, la productividad se mantiene robusta: 45.3 euros por hora trabajada, por encima de países como España (29.4 euros). Asimismo, los salarios continúan siendo competitivos, con 16.2 euros brutos por hora, superando la media europea de 14.9 euros.
Este modelo no depende de leyes rígidas, sino de décadas de políticas enfocadas en la conciliación familiar y el bienestar social.
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México y Latinoamérica: jornadas largas, poca productividad
El contraste con México es contundente. Según la OCDE, en 2023 los mexicanos trabajaron 2,207 horas al año, una de las cifras más altas del mundo. Además, datos de El País indican que uno de cada cuatro empleados laboró más de 48 horas semanales en el último trimestre de 2024.
Aunque la ley establece una jornada máxima de 48 horas, en la práctica los trabajadores mexicanos suelen excederla sin que ello se traduzca en mayor productividad. La discusión para reducirla a 40 horas se ha prolongado por años, y recientemente se planteó una disminución gradual hacia 2030.
En Latinoamérica ocurre algo similar: largas jornadas, bajos salarios y productividad limitada, a diferencia del escenario neerlandés, donde menos horas significan mayor rendimiento por hora trabajada.







