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Las bebidas del Día de Muertos

La celebración del Día de Muertos es el alma de México, una tradición que define nuestra relación entre la vida y la muerte. No se trata de una celebración de duelo, sino de una fiesta vibrante, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Para nosotros, la muerte no es el final, sino un viaje transitorio a otra vida en otra dimensión. El Día de Muertos celebra el regreso de nuestros seres queridos. Creemos que sus almas viajan desde el inframundo, el Mictlán, para visitar y pasar tiempo con sus familias, aunque sea solo por unos días.

Es una hermosa y profunda mezcla de tradiciones prehispánicas de honrar a nuestros ancestros y las festividades católicas de todos los santos y fieles difuntos.

El altar es el lugar donde regresarán; por eso siempre colocamos las cosas que amaban comer y beber. Las velas y el vibrante color naranja de la flor de cempasúchil los guiarán de ida y vuelta a donde pertenecen.

Durante el Día de Muertos, las bebidas tienen un papel muy importante en las ofrendas y celebraciones, ya que representan el gusto y el cariño hacia los difuntos. Se colocan en el altar para que las almas puedan refrescarse y disfrutar de sus sabores favoritos.

Entre las bebidas más tradicionales se encuentran:

El atole: una bebida espesa y caliente hecha con masa de maíz, agua o leche, endulzada con piloncillo y perfumada con canela o vainilla. Simboliza el alimento y el calor del hogar.

El champurrado: una versión del atole que incluye chocolate, lo que le da un sabor más dulce y reconfortante.

El chocolate con agua: el más común en las ofrendas, honra el origen prehispánico tan preciado del cacao.

El café de olla endulzado con piloncillo y aromatizado con canela es esencial en esta tradición y ayuda a mantenerse despierto, sobre todo si se velara toda la noche la llegada de las almas.

El pulque: una bebida fermentada de origen prehispánico hecha del maguey, considerada sagrada y ofrecida a los dioses y espíritus.

Las bebidas favoritas del difunto: en muchas familias también se colocan aguas frescas, refrescos, cerveza, vino o tequila u otros destilados, dependiendo de lo que la persona solía disfrutar en vida.

Estas bebidas son una forma de mantener viva la memoria de quienes ya partieron, compartiendo con ellos lo que tanto amaban.

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