Flores, dragones y algo más…
Luz, poder, magia y florecer
Tu luz atrae a algunos y ahuyenta a otros. ¿Te preguntas por qué? La respuesta que, a mi conocimiento, podría decir es muy sencilla.
No todos los seres humanos tenemos los mismos niveles de vibración, evolución o crecimiento espiritual, recuerda que hay almas que han transitado más vidas que otras y, por lo tanto, han acumulado mayores aprendizajes y conocimientos.
Esos conocimientos y experiencias van desarrollando y mejorando nuestra percepción y agudizando el sentido de la intuición conocido como el tercer ojo, de tal manera que nos convierten en seres más empáticos, sensibles y espirituales.
Recuerda que la espiritualidad nada tiene que ver con la religión. Cualquiera que esta sea.
La espiritualidad tiene que ver con el despertar de tu mente como un ser de luz, amor y comprensión, con una verdadera conciencia de amar y cuidar a la Tierra. Aceptar que nuestra existencia es una oportunidad de mejorar y enriquecer nuestro espíritu y aprender las lecciones que la vida nos presenta procurando no afectar a nadie. Al contrario, debemos buscar integrarnos más en paz.
Nadie es más que nadie, simple y llanamente, algunos hemos recorrido más caminos que otros, más experiencias (sufrimientos y alegrías) y más vidas en distintas épocas. Lo que nos permite que esa evolución de la luz se integre de una manera natural.
Al final todo el universo conspira para que se manifiesten los hechos que son para ti. Las personas adecuadas, la carrera adecuada, el trabajo que requieres, los momentos que al final tu alma pactó vivir para evolucionar.
El universo se mueve en perfecta armonía, garantizando que lo que está destinado para ti llegará, para tu mejor bien y evolución. No olvidemos que estamos exactamente donde debemos estar, para pasar al siguiente nivel de evolución.
Cada paso que damos, aunque parezca pequeño, es parte de la evolución requerida por nuestra alma. Estamos avanzando, creciendo y transformándonos, aunque hay veces que no nos permitamos reconocerlo.
No se trata solo de grandes logros, el alma registra todo, por eso es importante. Permitirte ver tu propia luz y celebrar tu progreso, porque estás creando la mejor versión de ti.
Tu fuerza interior es tu mayor aliada, y nunca olvides que estás exactamente donde necesitas estar, en tiempo y espacio correctos.
Aunque a veces sintamos que no tenemos la fuerza para estar o seguir adelante, el tiempo nos demuestra que somos más fuertes de lo que creíamos y más valientes de lo que jamás imaginamos.
En este transitar inevitablemente hay decisiones que debemos tomar, cambios que debemos aceptar, miedos que debemos enfrentar, soledades que debemos soportar, lágrimas que debemos secar e, invariablemente, nuevos comienzos que, de una forma u otra deben florecer en nuestro interior.
No hay que olvidar que la verdadera misión de esta vida es aprender, despertar y brillar intensamente. Recuerda que lo que no se sana, se repite, y si algo tengo claro, es que no quiero repetir.
Mi paz y tranquilidad es lo único que me importa ahora.
