Patrocinios impulsan a la MLB a superar los 2 mil millones en ingresos
La decisión polémica terminó siendo una jugada estratégica que transformó el modelo económico de la liga.

Cuando Major League Baseball permitió que los equipos portaran parches de patrocinio en sus uniformes, muchos aficionados sintieron que se rompía un pacto con la historia. Durante más de un siglo, las franelas habían sido símbolo de pureza deportiva y tradición. Sin embargo, aquella decisión polémica terminó siendo una jugada estratégica que transformó el modelo económico de la liga. Hoy, esos pequeños rectángulos bordados generan ingresos millonarios y representan uno de los activos más valiosos del béisbol moderno.

En 2025, la MLB superó por primera vez los 2 mil millones de dólares en ingresos por patrocinio, según el informe de SponsorUnited, convirtiéndose en la segunda liga estadounidense en alcanzar esa cifra, solo detrás de la NFL. Apenas tres años antes, en 2022, los patrocinios sumaban 1,200 millones, lo que refleja un crecimiento del 68 por ciento y confirma que el diamante sigue siendo terreno fértil para las marcas.
También te pudiera interesar:
El reporte, basado en más de 2.5 millones de acuerdos y 21 millones de puntos de datos, indica que los ingresos por patrocinio de los equipos crecieron 9 por ciento respecto a 2024, alcanzando 2.05 mil millones. La clave ha sido la expansión de los llamados parches premium, presentes ya en 28 de las 30 franquicias. Washington Nationals con AARP, Minnesota Twins con Securian Financial, Colorado Rockies con York Space Systems, Seattle Mariners con Nintendo y Oakland Athletics con Las Vegas Tourism son ejemplos de asociaciones que reflejan la identidad de cada mercado. En promedio, cada contrato de parche aporta alrededor de 17 millones de dólares anuales.

Los sectores financieros lideran la inversión con 284 millones en acuerdos, seguidos por bebidas alcohólicas (167 millones), seguros (164), automotriz (146) y salud (130). El comercio minorista y la tecnología destacan con los mayores crecimientos interanuales, impulsados por el auge del consumo digital y las experiencias inmersivas en estadios.
En definitiva, la MLB ya no solo vende visibilidad. Vende contexto, comunidad y pertenencia. Las marcas no buscan estar en el uniforme: buscan formar parte del ritual que mantiene vivo al beisbol generación tras generación.







