
Una interrupción masiva en los servicios de computación en la nube, que afectó a Amazon Web Services (AWS) y Microsoft Azure, paralizó este miércoles a empresas de alcance global. Desde plataformas de trading y aerolíneas hasta servicios de streaming y videojuegos populares como Minecraft y Halo Infinite, la caída de los gigantes tecnológicos generó un caos operativo que impactó a millones de usuarios.

El incidente que sacudió la nube: Amazon vs. Microsoft
El sitio colaborativo DownDetector reportó un aumento significativo de fallas en los dos proveedores que dominan el mercado de la nube (con cerca del 55% del mercado global). Mientras que Microsoft sí confirmó fallas en su panel de estado, señalando problemas con Azure Front Door, un vocero de Amazon negó cualquier interrupción en AWS, calificando la información como “totalmente incorrecta”. Sin embargo, múltiples servicios que dependen de AWS reportaron problemas.
La lista de afectados: Del gaming a la banca
El incidente tuvo un impacto transversal en la economía digital. Plataformas bancarias como Capital One, aerolíneas como Alaska Airlines, y servicios como Google, Zoom, Microsoft Teams, Starbucks y Costco reportaron fallas. El sector de videojuegos fue particularmente afectado, con reportes de interrupciones en Xbox Live, Minecraft y Helldivers 2. Incluso sistemas de historial clínico en línea se vieron comprometidos.
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El alcance del incidente fue tan insólito que afectó a la tecnología doméstica. Algunos usuarios reportaron problemas con sus camas inteligentes, que comenzaron a calentarse o enfriarse sin control, o que quedaron atascadas en una posición inclinada debido a la pérdida de conexión con los servidores. Esta situación subraya la dependencia total que la vida moderna tiene de la infraestructura digital.
Un momento sensible para Microsoft y el futuro de la nube
La caída de Azure llega en un momento sensible para Microsoft, ya que precede a la publicación de su informe financiero del tercer trimestre. Este incidente, que ocurre apenas dos semanas después de otra interrupción similar en AWS, reabre el debate sobre la resiliencia de la infraestructura digital y la concentración de servicios en la nube en unos pocos actores dominantes.







