Preocupa la pesca ilegal en Campeche
La pesca ilegal en Campeche ha dejado de ser un problema menor.

La pesca ilegal en Campeche ha dejado de ser un problema menor y se ha convertido en una amenaza grave, tanto para el ecosistema marino como para las comunidades pesqueras que sobreviven con esfuerzo y dentro del marco legal.
Pescadores de distintas zonas costeras alzaron nuevamente la voz ante la escalada de saqueos, el uso de métodos prohibidos y la impunidad con la que operan grupos dedicados a la extracción furtiva. Lo que antes se presentaba como “casos aislados” hoy se perfila como una actividad organizada, extendida y tolerada.
Las consecuencias ya están a la vista: especies como el pulpo maya han registrado una caída de casi 3 mil toneladas en la última década, pasando de más de 10 mil toneladas en 2015 a menos de 8 mil en 2024. Este desplome no es casualidad, sino resultado directo del uso de artes de pesca ilegales, como compresores, buceo fuera de norma y redes destructivas, muchas veces operadas sin permisos, sin vigilancia y sin consecuencias legales.
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A pesar de los esfuerzos recientes de Marina y Conapesca para decomisar equipos en operativos aislados, la percepción entre los pescadores legales es clara: están solos.
Mientras los saqueadores obtienen ganancias sin restricciones, los trabajadores del mar que siguen las reglas enfrentan pérdidas, incertidumbre y una competencia desleal que los va desplazando lentamente.
Los pescadores piden vigilancia permanente, sanciones ejemplares y un compromiso verdadero con quienes respetan la ley. De lo contrario, lo que se está perdiendo no es solo el pulpo o el camarón. Es el futuro de cientos de familias y la salud de un ecosistema clave para todo el sureste mexicano.