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Premio Nobel de Ciencias Económicas 2025: La Teoría de la Innovación y la “Destrucción Creativa” es Reconocida

Mokyr analizó los prerrequisitos históricos para el crecimiento sostenido, mientras que Aghion y Howitt modelaron matemáticamente el impacto de la innovación que desplaza a las industrias obsoletas.

El prestigioso Premio de Ciencias Económicas 2025, concedido por el Banco de Suecia en memoria de Alfred Nobel, ha recaído en los destacados académicos Joel Mokyr, Philippe Aghion y Peter Howitt. El reconocimiento se debe a sus seminales investigaciones que han profundizado en la dinámica del crecimiento económico impulsado, primordialmente, por la innovación y el progreso tecnológico.

La Real Academia Sueca de las Ciencias ha distinguido a estos tres expertos por desentrañar cómo la innovación, si bien es el motor del desarrollo, desencadena un proceso que Aghion y Howitt popularizaron como “destrucción creativa”. Este concepto, originario de Joseph Schumpeter, describe cómo la introducción de nuevos productos y métodos de producción inevitablemente conduce a la obsolescencia y, en muchos casos, al declive de las empresas y tecnologías existentes.

La mitad del galardón fue otorgada a Joel Mokyr por su exhaustivo trabajo que identificó los requisitos fundamentales para que una economía logre un crecimiento sostenido a través del progreso técnico. Empleando rigurosas fuentes históricas, Mokyr argumenta que el crecimiento que hoy consideramos normal se sustenta en la aceptación social de la innovación con base científica. El académico subraya que, a diferencia del pasado —donde muchas invenciones fallaban por falta de pruebas y respaldo científico—, es crucial que las sociedades se mantengan abiertas al cambio y a la adopción de nuevas ideas.

La mitad restante se comparte entre Philippe Aghion y Peter Howitt. Estos economistas desarrollaron en la década de 1990 un modelo matemático riguroso que formaliza la teoría del crecimiento sostenido a través de la destrucción creativa. Su modelo explica cómo el flujo constante de innovaciones es esencial para mantener la competitividad. Cuando un producto superior o una tecnología más eficiente llega al mercado, las empresas que venden alternativas más antiguas son desplazadas. En este sentido, la innovación no es solo un avance, sino un mecanismo constante de renovación y competencia sectorial.

Un punto crucial que los tres académicos enfatizan es la advertencia sobre los conflictos inherentes a la destrucción creativa. Los laureados señalan que este proceso de cambio inevitable genera perdedores, y si estos conflictos no son abordados de manera efectiva y gestionados políticamente, la innovación puede verse seriamente frenada. Específicamente, el progreso podría ser perjudicado o bloqueado por grupos de interés o empresas que buscan proteger su statu quo, impidiendo la necesaria renovación y cayendo en el estancamiento económico.


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