Trump promete “resucitar el espíritu guerrero” del Ejercito estadounidense; sin “gordos” ni “barbudos” dice Hegseth

En una inusual reunión de altos mandos militares en la base de Quantico, Virginia, el secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, anunció un paquete de medidas destinado a “recuperar el más alto estándar masculino” en las Fuerzas Armadas. Entre las directivas más destacadas figuran nuevas pruebas físicas obligatorias dos veces al año, prohibición de barbas y cabello largo, y la eliminación de las políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI).
“Hoy termina la era del liderazgo políticamente correcto y excesivamente sensible. No más división, distracción ni delirios de género… hemos terminado con esa mierda”, declaró Hegseth ante cientos de generales y almirantes. El funcionario criticó la presencia de “soldados gordos” en las filas y señaló que ver a altos mandos con sobrepeso es “inaceptable” y da una “mala imagen” del Ejército.
El secretario también dejó entrever que podrían realizarse nuevas purgas en la cúpula militar, cuestionando los ascensos por razones de género o raza.

“Durante demasiado tiempo se ha ascendido a líderes uniformados por las razones equivocadas”, afirmó.
Donald Trump tomó la palabra más tarde en el mismo encuentro y prometió “resucitar el espíritu guerrero que construyó esta nación”. En un discurso de más de una hora, el presidente defendió el endurecimiento de las normas y arremetió contra lo que llamó “la invasión desde dentro” por parte de la izquierda radical.
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“El propósito de nuestras fuerzas armadas no es proteger sentimientos, es proteger nuestra república”, sostuvo Trump. “Seremos una máquina de lucha y victoria. No seremos políticamente correctos cuando se trate de defender la libertad estadounidense”.
La cúpula militar, siguiendo la tradición de neutralidad política, escuchó los discursos con semblante serio, mientras que en intervenciones pasadas del mandatario, soldados de menor rango han mostrado más entusiasmo. El anuncio marca un giro drástico en la política de defensa estadounidense, priorizando la disciplina física y la uniformidad cultural sobre la diversidad y la inclusión que caracterizaron a las últimas décadas.