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De la leyenda al plato: La sopa paraguaya que no es sopa y conquistó el paladar de un país

La gastronomía de Paraguay, un país a menudo pasado por alto en las rutas culinarias, esconde un tesoro: la sopa de pollo paraguaya, un platillo que, a pesar de su nombre, no es una sopa, sino una tarta salada de maíz y queso. Su origen es una fusión de las cocinas indígenas Guaraní y la española, y hoy es un pilar de las celebraciones familiares

Paraguay: Una joya culinaria por descubrir

La cocina paraguaya es una de las más auténticas de América Latina. A pesar de su aislamiento geográfico, el país ha logrado conservar y adaptar la cocina de sus ancestros, los Guaraní, con influencias de los conquistadores españoles. Esta fusión ha dado origen a platillos únicos y deliciosos, y la sopa paraguaya es un claro ejemplo de cómo la comida puede ser un símbolo de identidad y de historia.

Foto: Clarin.com

Una sopa que no es sopa: La leyenda de un error delicioso

La historia de la sopa paraguaya es una leyenda popular. Se cuenta que en el siglo XIX, el presidente Carlos Antonio López le pidió a su cocinera que le preparara su sopa favorita. Sin embargo, la cocinera, por un error, le agregó más harina de maíz de lo normal, creando un platillo sólido que, al cocinarse, se convirtió en una especie de pastel salado. El presidente, sorprendido por su delicioso sabor, lo llamó “sopa paraguaya”, un nombre que se ha mantenido hasta nuestros días.

La receta para una celebración familiar

Ingredientes:

  • 2 kg de pollo cocido y desmenuzado
  • 2 tazas de harina de maíz
  • 1 taza de leche
  • 2 cebollas picadas
  • 200 g de queso paraguayo o mozzarella
  • 3 huevos
  • Sal y pimienta al gusto

Instrucciones:

  1. Precalienta el horno a 200°C.
  2. Saltea la cebolla en aceite hasta que se dore.
  3. Mezcla la harina de maíz, la leche y los huevos en un recipiente.
  4. Agrega el pollo desmenuzado, la cebolla, el queso y sal y pimienta al gusto.
  5. Vierte la mezcla en un molde y hornéala por 30-40 minutos o hasta que se dore.
  6. Sírvela caliente y acompáñala con arroz blanco.

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Un platillo que une a dos culturas

La sopa paraguaya es mucho más que un plato. Es un símbolo de la historia del país, de la fusión de la cultura indígena Guaraní con las tradiciones españolas. Al usar ingredientes locales como el maíz y el queso, y técnicas de cocina europeas, la sopa paraguaya es un recordatorio de que la comida puede ser un puente entre dos mundos.

De la mesa a la identidad: Un platillo que define a un país

La sopa paraguaya es un platillo esencial en las celebraciones familiares y las fiestas patrias de Paraguay. Su sabor y su historia son parte de la identidad de los paraguayos, y es un recordatorio de que la cocina es una forma de mantener vivas las tradiciones y de celebrar la historia. La sopa paraguaya es, en esencia, un plato que define a un país.

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