Municipios
Tendencia

Este es el pueblo dedicado a hacer los sombreros jipijapa en Campeche

En Bécal y la Ex Hacienda Santa Cruz, artesanos mayas mantienen viva la tradición del tejido de palma que llegó desde Ecuador en el siglo XIX

El sombrero jipijapa, también conocido como “Panamá hat”, tiene su origen en Ecuador, pero en Campeche los artesanos mayas lo han convertido en parte de su identidad cultural. En Calkiní, la tradición sigue vigente gracias a generaciones de tejedores que mantienen la técnica ancestral.

En el municipio de Calkiní, Campeche, comunidades mayas mantienen viva una de las tradiciones artesanales más reconocidas: el tejido de sombreros de palma jipijapa. Aunque este arte tiene sus raíces en Ecuador, donde los indígenas de la provincia de Manabí usaban la palma para protegerse del sol desde la época virreinal, en tierras campechanas la técnica se adoptó en el siglo XIX y persiste hasta hoy en Bécal y la Ex Hacienda Santa Cruz.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR:

La palma de jipijapa, conocida también como toquilla o palmiche, fue introducida a Campeche por Sixto García, quien trajo la planta desde Guatemala para cultivarla en la Hacienda Santa Cruz. Desde entonces, la huerta original sigue produciendo la materia prima para los artesanos locales.

El proceso de elaboración del sombrero es complejo. Cada dos meses se cosecha la palma, se rayan sus hojas para obtener hilos finos y se deshidratan en hornos hasta obtener un tono marfil. Algunas fibras se tiñen con pigmentos naturales, que después se dejan secar al sol en patios familiares.

El tejido requiere un ambiente húmedo, por lo que los artesanos suelen trabajar en cuevas improvisadas que facilitan el manejo de las hebras. Las mujeres y los niños son los principales encargados de urdir los sombreros, aunque los hombres también participan cuando no trabajan en el campo.

El proceso comienza con la corona del sombrero, seguida de la plantilla, la copa y finalmente el ala. La calidad del sombrero se mide por el número de círculos en la copa: cuanto más numerosos y estrechos sean, más fina será la textura y mayor el valor artesanal.

En estas comunidades, la práctica constante es la clave para perfeccionar la técnica, transmitida de generación en generación como parte de la identidad cultural de Campeche.

Artículos Relacionados

Back to top button