
Durante su histórica visita a Groenlandia, Emmanuel Macron rechazó las pretensiones estadounidenses de anexión, reafirmando el respaldo de Francia y Europa a la soberanía del territorio autónomo danés.
Macron llega a Groenlandia en señal de respaldo europeo
El presidente francés, Emmanuel Macron, visitó el domingo 15 de junio la capital de Groenlandia, Nuuk, para mostrar el apoyo de Francia y la Unión Europea a este territorio autónomo de Dinamarca. La visita ocurre tras los renovados intentos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de anexar la isla ártica, argumentando razones de seguridad y estrategia geopolítica.
“Groenlandia no se puede comprar ni tomar”, afirmó Macron en un mensaje directo desde la “casa común de los groenlandeses”, rechazando de forma tajante cualquier posibilidad de adquisición forzada. La visita del mandatario francés marca un hecho inédito, ya que es el primer jefe de Estado extranjero que pisa la isla desde las amenazas de anexión por parte del Gobierno estadounidense.
Defensa de la soberanía y el medio ambiente ártico
Durante su estancia, Macron mantuvo reuniones con la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, y el primer ministro groenlandés, Jens-Frederik Nielsen, a bordo de una fragata danesa. Posteriormente, tenía previsto visitar el glaciar del monte Nunatarsuaq para observar los efectos del calentamiento global, aunque una parte de la agenda fue modificada a último momento.

El presidente francés también destacó el papel estratégico de Groenlandia en el contexto del cambio climático, al tiempo que subrayó el interés europeo por “reinvertir masivamente en el conocimiento de estos ecosistemas”. Francia busca retomar el legado científico del explorador Paul-Emile Victor, cuya histórica cabaña fue recientemente reconocida como patrimonio por las autoridades locales.
Reacciones ante las amenazas de Trump
La postura de Macron contrasta con la del vicepresidente estadounidense JD Vance, cuya visita en marzo fue vista como una provocación por Copenhague y Nuuk. En aquella ocasión, Vance criticó el manejo danés de la seguridad en la isla y defendió el papel militar de Estados Unidos en la base de Pituffik, clave en la defensa antimisiles del país.
Trump, quien volvió a la Casa Blanca en enero, ha reiterado su deseo de controlar Groenlandia, sin descartar incluso el uso de la fuerza. Esta narrativa ha generado incomodidad tanto en Dinamarca como en la población local, de la cual una mayoría busca la independencia, pero no desea formar parte de EE.UU.
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Cooperación militar y presencia de la OTAN
El creciente interés por el Ártico ha llevado a Dinamarca a anunciar una inversión de 2.000 millones de dólares para fortalecer su presencia en la región. Por su parte, la OTAN planea instalar un nuevo Centro de Operaciones Aéreas en Noruega, mientras Rusia también intensifica su actividad militar ártica.
Macron llamó a la cooperación y advirtió que “no puedes afrontar una amenaza estratégica amenazando a un aliado”. Además, recalcó que esta situación es una “llamada de atención para toda Europa”, ante la importancia geopolítica y ambiental del Ártico.