Putin responderá a ataques ucranianos y endurece su postura en plena mediación de Trump
En un nuevo giro en el conflicto entre Rusia y Ucrania, el presidente Vladimir Putin advirtió que responderá “enérgicamente” a los recientes ataques ucranianos contra bases aéreas rusas, según declaraciones del expresidente estadounidense Donald Trump, quien ha asumido un papel activo como mediador entre ambas partes.
“El presidente Putin dijo, y muy enérgicamente, que tendrá que responder al reciente ataque contra los aeródromos”, afirmó Trump a través de redes sociales, después de mantener una conversación telefónica de más de una hora con el mandatario ruso, días después de un audaz operativo con drones lanzado por Ucrania.
El ataque ucraniano, que alcanzó bases de bombarderos en suelo ruso —incluso a miles de kilómetros del frente de batalla— dejó varios aviones estratégicos dañados o destruidos. Esta operación fue vista por analistas como un movimiento simbólicamente potente que expone la vulnerabilidad rusa.
Mientras tanto, Moscú acusa a Kiev de sabotear las conversaciones de paz, al tiempo que continúa intensificando su ofensiva. En las últimas semanas, las tropas rusas han logrado avances significativos en el este y norte de Ucrania, lo que ha debilitado aún más la posibilidad de una tregua inmediata.
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Putin, en una reunión con su gabinete, evitó referirse directamente al ataque aéreo y en su lugar denunció la destrucción de puentes ferroviarios en regiones fronterizas rusas, atribuyendo la autoría al servicio de inteligencia ucraniano.
“¿Cómo podemos negociar con quienes se valen del terror?”, cuestionó el mandatario, poniendo en duda la viabilidad de un encuentro cara a cara con el presidente Volodímir Zelenski.
Por su parte, Zelenski volvió a pedir una cumbre trilateral con Trump y Putin, argumentando que un alto al fuego previo sería indispensable para facilitar el diálogo.
“Si vemos que podemos continuar el diálogo… entonces continuaremos el alto al fuego, con supervisión estadounidense, con garantías de mediación estadounidenses”, expresó desde Kiev.
En paralelo a estas tensiones, tanto Moscú como Washington manifestaron interés en cooperar en un frente externo: la contención del programa nuclear iraní. Trump aseguró haber transmitido a Putin su rechazo absoluto a que Irán adquiera armas nucleares, y afirmó que ambos coincidieron en la necesidad de actuar. No obstante, el líder supremo iraní, Alí Jamenei, desestimó una propuesta reciente de Estados Unidos, calificándola de “disparate”.
A pesar del tono beligerante, Rusia y Ucrania han sostenido dos rondas de conversaciones directas en Estambul, impulsadas por la presión diplomática de Trump. Aunque los resultados han sido limitados —como un intercambio de prisioneros y la devolución de cuerpos de soldados—, representan el primer canal formal de diálogo entre ambos países desde 2022.
Putin, sin embargo, descartó un alto al fuego inmediato: “Hoy, en medio de pérdidas masivas y retrocediendo a lo largo de toda la línea de contacto, los dirigentes de Kiev han pasado a organizar atentados terroristas… al tiempo que solicitan un alto al fuego de 30 días”.
La comunidad internacional sigue de cerca esta peligrosa escalada. Mientras Ucrania insiste en que las condiciones rusas equivalen a una rendición disfrazada, Moscú endurece sus exigencias, evidenciando que un acuerdo de paz aún parece lejano.
