NASA alerta sobre la explosión solar más fuerte del año

El Sol emitió una fuerte llamarada solar que alcanzó su punto máximo el miércoles 14 de mayo a las 4:25 am ET.
El Observatorio de Dinámica Solar de la NASA capturó una imagen de dicho fenómeno que fue clasificado como X2.7. La clase X indica que se trata de la más potente de la escala, mientras que el número proporciona más información sobre su intensidad.
Vista como un destello brillante, la imagen capturada muestra un subconjunto de luz ultravioleta extrema que resalta el material extremadamente caliente en las llamaradas y que está coloreado en rojo, señaló Sara Frazier, el pasado 14 de mayo.
También destaca que las erupciones solares son potentes explosiones de energía y “Pueden afectar las comunicaciones por radio, las redes eléctricas y las señales de navegación, y suponer riesgos para las naves espaciales y los astronautas”.
Un día antes, el 13 de mayo, la misma NASA reportó que el Sol había emitido una fuerte llamarada solar, que alcanzó su punto máximo a las 11:38 am ET. Esa llamarada se clasificó como de clase X1.2.
Las llamaradas han ido en aumento, el 28 de marzo, a las 11:21 am ET se había alcanzado el punto máximo de otra fuerte llamara solar que fue clasificada como clase X1.1.
La llamarada más reciente, del pasado miércoles 14 de mayo, magnitud X2.7 se dio en la Región 4087. Según observaciones de la NASA y del Centro de Predicciones del Clima Espacial de la NOAA esta región se ha activado recientemente, pero no se prevén impactos de CME con ninguno de los dos eventos.
Según reportes, en esta región se han activado manchas solares liberando la erupción solar de clase X2.7, la más potente en lo que va de año.
Las erupciones, fulguraciones o llamaradas solares se clasifican en cinco categorías: A, B, C, M y X. Cada letra representa eventos diez veces más intensos que la letra anterior. Una erupción X2.7 se sitúa en el extremo inferior de la categoría más potente, siendo una erupción importante y poco común.
“Las erupciones solares son potentes explosiones de radiación. La radiación dañina de una erupción no puede atravesar la atmósfera terrestre y afectar físicamente a los seres humanos en la Tierra. Sin embargo, con suficiente intensidad, pueden perturbar la atmósfera en la capa por donde viajan las señales de GPS y comunicaciones”, informó la NASA el pasado 14 de mayo, a través de su cuenta de NASA Sun & Space, en “X”.
Allí también dijo que “Para ver cómo este tipo de clima espacial puede afectar a la Tierra, consulta @NWSSWPC, la fuente oficial del gobierno de EE. UU. para pronósticos, vigilancias, advertencias y alertas del clima espacial”.
Incluso, reportes señalan que, la intensa actividad solar podría provocar apagones y cortes de radio e internet en la Tierra. Además, se observó una nueva región de magnetismo unipolar que comenzó a girar hacia la superficie terrestre y podría impactar en más tormentas que afecten a nuestro planeta en los próximos días.
En otro mensaje, del pasado domingo, en su informa meteorológico espacial señaló que hubo 6 erupciones de clase M, 2 erupciones de clase X, 43 eyecciones de masa coronal y 0 tormentas geomagnéticas. “Tras una semana tranquila, ¡el Sol parece estar despertando! Las dos erupciones de clase X (a las 2:04 y 2:22) provinieron de regiones activas opuestas en los extremos este y oeste (lados izquierdo y derecho) del Sol.
Su posición en el borde del Sol, vista desde la Tierra, significa que no estaban dirigidas hacia nuestro planeta. Sin embargo, el ángulo lateral nos permite ver mejor las eyecciones de masa coronal que las acompañan mientras escapan al espacio.”, afirmaron.
La NASA invita a seguir cómo este clima espacial podría afectar a la Tierra, a través del Centro de Predicciones del Clima Espacial de la NOAA , la fuente oficial del gobierno estadounidense para pronósticos, vigilancias, advertencias y alertas del clima espacial.
“La NASA observa constantemente el Sol y nuestro entorno espacial con una flota de naves espaciales que estudian todo, desde la actividad solar hasta la atmósfera solar, y las partículas y los campos magnéticos en el espacio que rodea la Tierra”, apuntan.