
El paso más fugaz en la escudería: tras sustituir a Checo Pérez, Lawson quedaría fuera y Tsunoda tomaría su lugar.
De la promesa a la decepción
Liam Lawson llegó con expectativas altas. El neozelandés de 23 años heredó el asiento de Sergio “Checo” Pérez en Red Bull con una actitud desafiante y declaraciones que apuntaban a una rápida consolidación: “No vengo a hacer amigos, vengo a ganar”. Sin embargo, su paso fue tan fugaz como decepcionante.
En el Gran Premio de Australia, su primera carrera, no logró terminar tras un choque con el muro, precedido por prácticas en los puestos 16, 17 y 20. En China, su desempeño no mejoró: fue el más lento al ubicarse en la posición 15.

La presión no perdonó
Pese al discurso oficial de “apoyo total”, los directivos de Red Bull no tardaron en reaccionar. De acuerdo con medios especializados, Lawson será reemplazado por el japonés Yuki Tsunoda para el próximo Gran Premio de Japón, a celebrarse del 4 al 6 de abril.
Tsunoda, piloto de Racing Bulls, ya había sido respaldado por Verstappen como opción sólida. El propio Max señaló que el joven piloto “tendría mejores resultados en otra escudería del grupo”.
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Actitudes que no ayudaron
La presión mediática no fue el único factor. Las actitudes polémicas de Lawson también pesaron. En 2023 protagonizó un gesto grosero contra Checo Pérez en el GP de México y lanzó críticas hacia pilotos que “no dan resultados”, lo que terminó por crearle un ambiente adverso.
Con esta decisión, Red Bull demuestra que en su equipo no hay espacio para errores ni promesas incumplidas.