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Este sábado, el Papa Francisco se mantuvo en una situación de salud crítica luego de enfrentar una prolongada crisis respiratoria asmática que requirió la administración de altos niveles de oxígeno, según informó el Vaticano.
El Pontífice, quien lleva una semana hospitalizado debido a una infección pulmonar complicada, también recibió transfusiones de sangre después de que los exámenes médicos revelaran una condición vinculada a la anemia, indicó el Vaticano en un comunicado más tarde.
“El Santo Padre permanece consciente y ha pasado el día en un sillón, aunque experimenta más dolor que el día anterior. Por ahora, su pronóstico sigue siendo incierto”, señaló el informe.
De acuerdo con la Clínica Universidad de Navarra, la crisis respiratoria tiene muchas causas diferentes, por ejemplo, una obstrucción de los conductos de la nariz, la boca o la garganta puede llevar a que se presente dificultad respiratoria.
La cardiopatía puede causar disnea si el corazón es incapaz de bombear suficiente sangre para suministrar oxígeno al cuerpo.
De hecho, si el cerebro, los músculos u otros órganos corporales no reciben suficiente oxígeno, se puede experimentar una sensación de disnea.
Algunas veces, el estrés emocional, como la ansiedad, puede llevar a que se presente dificultad respiratoria.