Flores, dragones y algo más…

El 9 es un número que representa finalización y cierre de ciclos. El año 2025 se considera un año de sanación y renacimiento, ya que se cerrará un ciclo kármico en nuestra vida. Este cierre permitirá gestionar mejor las emociones y tomar decisiones más sabias, dejando atrás la mala racha de más de una década, por ser tiempo de cumplimiento kármico.

Este año nuevo nos invita a prepararnos para el final de muchas cosas en nuestras vidas: relaciones, etapas, patrones, o incluso formas de ser que ya no tienen cabida en nuestro camino. Esto no necesariamente es algo negativo, pero como seres humanos, solemos resistirnos a los finales, no estamos del todo preparados para dejar ir, entonces sí, transitaremos dolor, pérdidas y transformaciones profundas. Todo el que evite enfrentarse a su sombra e ignore el trabajo interno necesario -el llamado shadow work– puede encontrar este año especialmente desafiante y la va a pasar mal. El primer paso para integrar tu sombra es dejar de fingir; deja de aparentar que eres solo luz, bondad, expansión y perfección, reconoce que no siempre estás en constante crecimiento y que aún hay partes de tu ego y tu ser que necesitan ser vistas, aceptadas y trabajadas.

Este año nos invita a reflexionar sobre nuestros logros y desafíos, y a despedirnos de aquello que ya no contribuye a tu evolución. Es un año de limpieza emocional y de aprender a dejar ir con gratitud. La palabra más importante del 9 se llama “MADUREZ”, es un año donde muchos de nosotros vamos a llegar a este punto importante y viene ligada a temas de autonomía y de autosuficiencia y a tener mayor control y dominio de nuestra vida.

El número 9 está asociado con las energías de la sabiduría, el altruismo y el servicio a los demás, por lo que este año también puede ser un momento de reflexión interna profunda. Es ideal para enfocarte en dar, ayudar y contribuir al bienestar colectivo. Deja atrás cargas emocionales, físicas o mentales que no te permiten avanzar. Y que ya no resuenan contigo, este año es la oportunidad que nos brinda el Universo de dejar todo eso y abrirnos a lo nuevo. Cuando le dices no al Universo, le estás diciendo que no te “mereces” lo que te brinda y te cierras las puertas para integrar una nueva energía a tu evolución.

Ya es momento de construir una nueva relación contigo mismo, basada en la autoaceptación, el autocuidado, el perdón propio y la comprensión de que las pérdidas no definen tu futuro y mucho menos los cambios que hace mucho necesitabas, pero no tenías el valor de poner un alto o decir ya basta.

El 2025 será un año lleno de posibilidades para todos los signos del zodiaco. Cada uno de nosotros tendrá la oportunidad de crecer, aprender y transformarse, pero solo si estamos dispuestos a abrazar el cambio y a trabajar en nuestra evolución personal. Recuerda que el destino no está escrito en piedra; está en tus manos. Aprovecha las energías cósmicas, mantén una actitud positiva y abierta, y verás cómo este nuevo año se convierte en un capítulo brillante de tu vida. ¡El futuro te espera y está lleno de infinitas posibilidades!