Bajas ventas inquietan a locatarios del mercado ante el Día de Muertos
A medida que se acerca el Día de Muertos, los locatarios del mercado “Pedro Sainz de Baranda” expresan su preocupación por la caída en las ventas, un fenómeno que se agrava debido al aumento de precios en productos esenciales, como el tomate, la calabaza y la papaya, resultado de la inflación.
El mercado, tradicionalmente un punto de encuentro para la compra de ingredientes para el “Pibipollo” —la ofrenda principal en los altares de las familias campechanas—, enfrenta un panorama desalentador. Con el incremento de costos de algunos insumos en las últimas semanas, los comerciantes se ven obligados a ajustar sus precios para sobrevivir en un entorno económico complicado.
Raquel López, vendedora de tamales en el mercado, compartió su frustración: “Antes podía ofrecer una merienda o ‘pib’ chico en menos de 50 pesos, pero todo está aumentando.” Por su parte, Carlos Dorantes, comerciante de frutas y verduras, añadió: “La gente viene a comprar, pero no como antes; muchos están preocupados por estirar su dinero, lo que afecta nuestras ventas.” Ambos vendedores expresaron su escepticismo respecto a las expectativas de ventas para el cierre de año.
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Los campechanos también han comenzado a ajustar sus gastos, priorizando los elementos esenciales para sus altares de muertos, mientras que otros productos han sido considerados “lujosos” en medio de la crisis económica. Aunque el Día de Muertos representa una oportunidad para los comerciantes de obtener ganancias, los altos precios generan incertidumbre.
A pesar de la situación, el mercado “Pedro Sainz de Baranda” se prepara para recibir la festividad con un despliegue de colores, adornos y productos de temporada. Sin embargo, la esperanza persiste entre los vendedores: “Esperamos que la festividad nos ayude a recuperar algo de lo perdido, pero no estamos seguros de cuánto podremos vender este año,” concluyó Carlos Dorantes, reflejando el sentimiento de muchos comerciantes en esta temporada crítica.
