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Cri-Cri y su canción legendaria: Campeche y Celestún en la música infantil

Francisco Gabilondo Soler, mejor conocido como Cri-Cri, dejó una marca imborrable en la música infantil mexicana con su rica y variada discografía. Entre sus muchas creaciones, destaca la canción “Los Piratas”, que menciona a Campeche y Celestún, dos localidades emblemáticas del sureste mexicano.

En esta melodía, Cri-Cri relata las peripecias de los temidos piratas que solían acechar las costas de México. La canción, parte del repertorio clásico del célebre compositor, presenta una letra animada y una melodía pegajosa que ha cautivado a generaciones de niños.

La letra de “Los Piratas” incluye referencias a varios destinos del Caribe y menciona, en particular, los puertos de Campeche y Celestún. A continuación, un extracto que refleja el estilo característico de Cri-Cri:

“De la Guayra a Curazao,
de Jamaica a Panamá,
suena, silba y retumba
la cantinela pirata del mar.
De Cienfuegos a Maracaibo,
de Campeche a Celestún,
con sus cañones tronando
iparram, pam, pim,
pom, pim, pam, pum!”

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En la canción, Cri-Cri pinta un cuadro vívido de los piratas: barbudos, tuertos y con pata de palo, que surcan los mares en busca de tesoros y aventuras. La narrativa también incluye menciones a la vida pirata en islas desiertas y al secreto del oro español enterrado, reforzando la imagen aventurera y mítica de estos personajes.

Sin embargo, la versión completa de “Los Piratas” no está ampliamente disponible, lo que ha generado un aire de misterio alrededor de la canción. A pesar de los fragmentos limitados que circulan, la obra de Cri-Cri sigue siendo recordada y apreciada, demostrando su habilidad para crear música que no solo entretiene sino también educa y captura la imaginación de los más jóvenes.

La canción “Los Piratas” es un testimonio del legado duradero de Francisco Gabilondo Soler y su capacidad para combinar diversión y aprendizaje en sus composiciones. Aunque la versión completa sigue siendo esquiva, los fragmentos disponibles continúan celebrando la riqueza cultural de México y el encanto eterno de la música de Cri-Cri.

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