Desplome en la producción de arroz: Contaminación y competencia desleal afectan al sector
La producción de arroz en Campeche enfrenta una crisis alarmante, según los agricultores locales. La caída en la producción y la calidad del arroz se atribuyen a la contaminación ambiental y a la competencia desleal de los mercados internacionales, lo que ha debilitado la promesa de crecimiento que el grano de Campeche una vez tuvo.
Campeche, conocido por sus condiciones geográficas favorables para el cultivo de arroz, está viendo un panorama cada vez más desolador. La disminución en la producción ha llevado a algunos agricultores a abandonar el cultivo de arroz en favor de actividades más rentables, como la ganadería.
Francisco Arias Santana, uno de los principales productores del estado, explicó que la caída en la producción se debe al incremento de los costos y a la apertura de fronteras para la importación de arroz sin restricciones. “El arroz barato de cualquier parte del mundo ha hecho que la gente deje el cultivo. Además, los apoyos de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) solo benefician a pequeños productores con hasta 30 hectáreas, dejando de lado a los medianos y grandes agricultores”, comentó Arias en entrevista con Por Estol.
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Las cifras respaldan la preocupación. Según el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), hasta el 31 de julio de este año, se habían sembrado 3,575 hectáreas de arroz en Campeche, con una cosecha de 1,700 hectáreas y una producción de 10,200 toneladas. Comparado con el año pasado, cuando se produjeron 20,785 toneladas, y con 2022, cuando la producción alcanzó las 46,000 toneladas, el descenso es notable. En 2022, Campeche fue el segundo estado con mayor producción de arroz en México.
El cultivo enfrenta además problemas adicionales, como plagas y enfermedades exacerbadas por la lluvia ácida y la contaminación de vehículos y maquinaria. Actualmente, el promedio de producción es de seis toneladas por hectárea, con un precio de garantía de aproximadamente 8,000 pesos por tonelada, aunque en la práctica los agricultores solo reciben entre 5,000 y 8,000 pesos por tonelada con el apoyo federal.
Los municipios más afectados, Champotón, Escárcega y Palizada, ahora enfrentan la dura realidad de un sector en declive, lo que resalta la necesidad urgente de soluciones para revitalizar la producción de arroz y proteger la economía agrícola local.
