Campeche celebra el 459 aniversario del Cristo Negro de San Román con festividades especiales
La tradicional Fiesta del Cristo Negro de San Román está a punto de comenzar en Campeche con el inicio de las celebraciones el próximo 18 de agosto. El evento conmemora el 459 aniversario de la llegada del Santo Patrono a la ciudad, y se extenderá hasta el 29 de septiembre con una serie de actividades religiosas y culturales.
El 18 de agosto marcará el inicio de los festejos con la bajada solemne de la imagen del Cristo Negro, programada para las 13:00 horas. Esta tradición, que honra la llegada del Cristo Negro a Campeche, será seguida por un período de veneración que durará hasta el 7 de septiembre, permitiendo a fieles y visitantes admirar la imagen del santo.
Las festividades comenzarán oficialmente el 8 de septiembre con el Paseo por Mar a las 8:00 horas, seguido por una cabalgata organizada por la Asociación de Charros de Campeche a las 9:30 horas. El 13 de septiembre incluirá una serenata a las 21:00 horas y una misa de gallo a las 23:00 horas, mientras que el 14 de septiembre se celebrará todo el día con la Santa Misa del aniversario a las 19:30 horas, presidida por el Obispo José Francisco González González.
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El párroco y rector del Santuario, Juan Alberto Arcos Arana, ha anunciado que la festividad contará con la participación de diversas parroquias, gremios tradicionales y grupos comunitarios, así como festivales artísticos y culturales, actividades recreativas para niños y una feria organizada por el Ayuntamiento de Campeche. Se espera que peregrinos de Tixcocob y de otras localidades participen en los eventos, y se prevé una afluencia de alrededor de 25,000 visitantes, superando la cifra del año pasado.
El Cristo Negro de San Román, cuyo culto comenzó a consolidarse en el siglo XVII, es un símbolo profundo de la fe en Campeche. La iglesia del Cristo Negro, construida a mediados del siglo XVI, destaca no solo por su sobria arquitectura, sino también por el fervor con que los habitantes veneran a su santo patrono. La festividad, que ha sido un pilar de la vida religiosa local durante siglos, continúa siendo un importante evento de unidad y devoción en la región.
