En el corazón del Centro Histórico de Campeche, perdura una enigmática leyenda sobre túneles subterráneos que ha intrigado a locales y visitantes por generaciones. Estas históricas estructuras, cuya existencia se debate entre la realidad y el mito, han generado teorías diversas sobre su propósito y origen.
La creencia en estos túneles se fundamenta en relatos transmitidos oralmente a lo largo de los años y algunas referencias históricas clave. Según la leyenda, estos pasadizos podrían haber servido como vías de escape durante incursiones piratas, aprovechando la geología natural de la Península de Yucatán para su formación bajo la roca.
Una de las primeras menciones documentadas proviene del viajero francés Frederick Waldeck, quien en 1834 afirmó que la ciudad de Campeche reposaba sobre subterráneos excavados por los antiguos mayas. Sin embargo, algunas interpretaciones sugieren que estas conexiones podrían estar relacionadas con bancos de sahcab utilizados en las primeras construcciones coloniales.
Relatos locales también mencionan descubrimientos inesperados, como restos humanos y artefactos, al desplomarse partes de las calles en 1910-1911. Además, historias indican que edificaciones sobre columnas rocosas colapsaron durante inundaciones en 1869, revelando una estructura subyacente intrigante.
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El historiador Manuel Arcadio Lanz añade un episodio fascinante durante un ataque pirata en 1686, donde se dice que los residentes de Campeche buscaron refugio en la catedral, conectada supuestamente por una vía subterránea al cerro de la Eminencia.
A pesar de diversos intentos, como las excavaciones realizadas en el baluarte de San Carlos en 1940, en conmemoración del cuarto centenario de la ciudad, la búsqueda de evidencia tangible de estos túneles ha sido infructuosa. Aun así, numerosos ancianos recuerdan haber explorado estos túneles en su juventud, descubriendo antiguas cerámicas y otros vestigios.
La incertidumbre sobre la existencia real de los túneles continúa alimentando el misterio y la especulación en torno a esta fascinante leyenda campechana, asegurando que el enigma persista como parte integral del rico patrimonio cultural de la región.
