El estado de Campeche enfrenta una preocupante disminución en el número de hablantes de lenguas indígenas, con una reducción de hasta el 10 por ciento cada década.
Actualmente, de los 928 mil habitantes del estado, 92 mil personas son hablantes de lenguas indígenas, concentrándose principalmente en los municipios de Calkiní, Tenabo, Hecelchakán, Hopelchén y Calakmul.
Esta pérdida se debe a causa del racismo y la falta de políticas públicas culturalmente pertinentes que garanticen los derechos de las personas indígenas.
Además, desde hace 84 años se ha observado un quiebre en el interés por preservar la lengua maya predominante en el estado, cuando la Secretaría de Educación Pública (SEP) comenzó a medir su sistema educativo en español, lo que hizo que las lenguas originarias perdieran valor.
En cuanto a la educación indígena, de las 361 escuelas que deberían existir en el estado, solo hay 50, con apenas 25 maestros que dominan la lengua indígena. Además, hay una falta de evaluaciones para verificar si se están cumpliendo los objetivos.
En Campeche existe una necesidad de que la conservación de las lenguas indígenas esté en la agenda del gobierno, así como la importancia de devolver a los pueblos indígenas la autoridad, la autonomía y la libre determinación.
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