Este sábado, la NASA lanzó el primero de dos satélites diseñados para ayudar a los científicos a comprender cómo se atrapa el calor en la Tierra. El satélite, del tamaño de una caja de zapatos, tiene la misión de estudiar cómo el vapor de agua, las nubes y otros elementos atmosféricos impiden que el calor se irradie hacia el espacio.
El proyecto tiene como objetivo crear una base de datos fundamental para mejorar los modelos climáticos y las predicciones sobre la crisis climática. La NASA explicó que la energía térmica absorbida por la Tierra se desplaza hacia los polos, irradiando calor al espacio en forma de ondas infrarrojas, las cuales no han sido medidas de manera sistemática hasta ahora.
Este avance permitirá a los científicos obtener datos precisos sobre los patrones de movimiento del calor y su interacción con los componentes atmosféricos. Esta información es crucial para entender mejor el impacto del cambio climático y desarrollar estrategias efectivas para mitigar sus efectos.
El lanzamiento del segundo satélite está programado para los próximos meses, completando así el dúo de instrumentos destinados a revolucionar nuestra comprensión del sistema climático terrestre. Este esfuerzo de la NASA representa un paso significativo en la lucha contra la crisis climática, proporcionando herramientas esenciales para la investigación y la acción global.