Ante la solicitud de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera (Canainpesca) para que se aplique la ley y se respeten las vedas de especies marinas, principalmente del camarón y el pulpo, la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) se ha unido a la demanda. La presidenta de Canaco, Adda Solís Peniche, ha instado a los ciudadanos a denunciar los casos de pesca ilegal que detecten.
Francisco Romellón Herrera, presidente de Canainpesca, había solicitado previamente la aplicación estricta de la ley en las vedas a la Comisión Nacional de Pesca (Conapesca), la Secretaría de Marina (Semar) y las Capitanías de Puerto. Esta petición surge debido a que la baja productividad está afectando la rentabilidad de los empresarios camaroneros.
La disminución en los volúmenes de captura del camarón está teniendo un impacto significativo en los ingresos del sector pesquero de altura. Mientras que en 2022 se reportaron 900 toneladas, en 2023 se estima una cantidad similar. Sin embargo, la proyección para 2024 sugiere que no se alcanzará esta cifra, lo que pone en riesgo la viabilidad del negocio y podría resultar en el cierre de empresas.
La presidenta de la delegación Campeche de Canaco expresó su respaldo a los empresarios pesqueros frente a la disminución de la producción camaronera y, por ende, de los ingresos para quienes se dedican a la captura de esta especie marina.
Dado que ella misma tiene intereses en el sector pesquero, reconoce la problemática planteada por los armadores campechanos en su conferencia de prensa.
Solís Peniche subrayó la importancia de ser más estrictos en el cumplimiento de las vedas y propuso una acción conjunta entre autoridades, empresarios y público en general para proteger nuestras playas y garantizar un desarrollo sostenible.
En cuanto a la situación pesquera actual, negó que estemos en una etapa crítica y consideró que aún estamos a tiempo de abordar la problemática con voluntad y colaboración de todos los sectores involucrados.
Por otro lado, Romellón Herrera destacó que, además de la baja productividad, las importaciones de camarón de Estados Unidos y Sudamérica están afectando a los empresarios locales debido a los menores costos de producción en esos países, que cuentan con subsidios y precios de diésel más bajos.