La Sociedad Cooperativa Los Tamarindos de Carmen enfrenta una crisis provocada por la extracción ilegal de ostiones, con al menos 10 embarcaciones involucradas en esta práctica ilícita. José del Carmen Ortiz Pérez, presidente de administración de la Cooperativa Ostionera Los Tamarindos, ha levantado la voz exigiendo que las autoridades intervengan para detener esta actividad perjudicial.
Ortiz Pérez denuncia que los pescadores ilegales, sin permiso alguno, están diezmando las poblaciones de ostiones en la zona. Señala que incluso pescadores de la península de Atasta están llevando a cabo acciones de arrastre, lo que causa daños irreparables a la reproducción de la especie y amenaza la sustentabilidad de la industria.
La preocupación principal radica en el impacto económico para los pescadores cooperativistas, cuyos ingresos se ven afectados drásticamente por la competencia desleal de los piratas que venden el producto a precios más bajos, evadiendo los requisitos de higiene y salubridad exigidos por las autoridades.
Según Ortiz Pérez, al menos el 60% de los ostiones comercializados en restaurantes provienen de fuentes ilegales, lo que representa un grave riesgo para la salud pública, ya que los pescadores ilegales no cumplen con las normas de higiene requeridas, lo que podría resultar en sanciones o incluso el cierre de los bancos de ostiones, con consecuencias económicas devastadoras para la comunidad pesquera.
Ante esta situación urgente, los pescadores cooperativistas solicitan la intervención inmediata del Instituto Nacional de la Pesca para erradicar la extracción ilegal de ostiones y garantizar la sostenibilidad y el cumplimiento de las normas sanitarias en la industria pesquera.
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