Quintana Roo rinde cuentas con honestidad: sin observaciones de la Auditoría Federal

En un país donde la corrupción ha sido una sombra constante sobre la función pública, rendir cuentas con claridad no es solo un deber legal: es un acto de dignidad política. Por eso, que Quintana Roo figure entre los tres únicos estados de la República sin observaciones por parte de la Auditoría Superior de la Federación es un logro que debe reconocerse, celebrarse y, sobre todo, mantenerse.

No se trata de una simple estadística, ni de una palmadita institucional. Es el reflejo de una transformación real que avanza desde el territorio hacia el centro. Es la confirmación de que cuando se gobierna con honestidad, los resultados se ven, se sienten y se verifican.

La administración que encabeza la gobernadora Mara Lezama ha demostrado que es posible ejercer el poder con responsabilidad, sin opacidad, sin simulación y sin desvíos. Este resultado de la Auditoría es una prueba de que el nuevo modelo de gobierno no solo tiene narrativa social, sino rigor administrativo.

Desde el Congreso del Estado, quienes integramos esta XVIII Legislatura hemos acompañado esa visión de transparencia como principio rector. Aprobamos presupuestos con enfoque social, impulsamos reformas que fortalecen la fiscalización y respaldamos los mecanismos que garantizan que cada peso del pueblo se use para el pueblo.

Este reconocimiento nacional también manda un mensaje claro: en Quintana Roo se acabaron los tiempos de la impunidad disfrazada de burocracia. Hoy, la rendición de cuentas es parte de la nueva cultura institucional que estamos construyendo desde los poderes Ejecutivo y Legislativo.

La confianza ciudadana no se decreta, se construye. Y este tipo de noticias abonan a la certeza de que estamos avanzando por el camino correcto. No podemos conformarnos: debemos seguir reforzando los mecanismos de control, vigilancia y participación social. Porque una administración que no teme ser auditada es una administración que sirve con convicción.

Este es un logro de todas y todos los quintanarroenses. Un estado que rinde cuentas es un estado que respeta a su gente