La cuestión de las tarifas de taxis en la Península de Yucatán se ha convertido en un tema polémico, especialmente en Campeche, donde los usuarios manifiestan su descontento con los precios que consideran injustos. Las quejas sobre el servicio han proliferado, con conductores que, según los ciudadanos, cobran “lo que se les da la gana”, desoyendo las tarifas reguladas por el Instituto del Transporte.
La situación se ha vuelto crítica en los últimos meses, con diversas propuestas de agrupaciones de taxistas que piden un aumento en la tarifa mínima. Sin embargo, este incremento aún no ha sido oficializado, dejando a los usuarios en un estado de incertidumbre respecto a cuánto deberían pagar por sus viajes.
Este problema se intensifica en áreas donde el servicio de camiones urbanos no llega, obligando a los residentes a depender exclusivamente de los taxis para sus desplazamientos. Uno de los trayectos más solicitados es el que conecta el Centro Histórico de Campeche con la estación del Tren Maya, ubicada en el periférico Pablo García y Montilla.
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La falta de un sistema tarifario uniforme entre las diferentes agrupaciones de taxis agrava la situación, resultando en precios que varían considerablemente. De acuerdo con testimonios de usuarios, el costo de un viaje desde el Centro Histórico hasta la estación del Tren Maya oscila entre $150 y $230 pesos, dependiendo del taxista. Esta variación se debe a la percepción de que el trayecto es extenso, permitiendo a cada conductor ajustar su precio a su criterio.
Los ciudadanos se sienten en desventaja por la falta de regulación y transparencia en el servicio, demandando una supervisión más estricta por parte de las autoridades competentes. La situación actual resalta la necesidad urgente de revisar y actualizar las políticas tarifarias y de implementar medidas efectivas que aseguren que todos los taxistas operen bajo un mismo estándar de justicia.
Mientras tanto, los usuarios continúan en la espera de soluciones que garantice un servicio de taxi equitativo y accesible para todos.